Es el nombre propio del número 10100. Le fue dado por el sobrino de nueve años de Edward Kasner. Y ya que estaban, también inventaron el googolplex, que es un uno seguido de un googolde ceros
La verdad es que mucha utilidad no es que tengan, pues todos los números utilizados en ciencia son menores que estos (el número de átomos del universo, por ejemplo, se estima en 1085), pero son bonitos.
Algunos dicen que el googol es el mayor número con nombre propio, pero no es cierto: los budistas tienen desde hace mucho más tiempo el asankhyeya, que vale 10140.
A propósito del googol, Charo nos cuenta que en este nombre se inspiraron los creadores de un conocido buscador de internet para nombrar su producto.
(Tomado de Epsilones)
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